Sunday, November 25, 2012

Una de las almas más dulces y buenas se ha ido, se nos ha adelantado…



Nelson Rivas, mi primo ha dejado huella en la familia, en sus amigos, por su bondad, por su altruismo… y con gran nostalgia recuerdo que sus últimos deseos que fueron poder pagarles el servicio de cable, teléfono e Internet, mes a mes a la familia de su mejor amigo en San Miguel.

Mi primo Nelson siempre venía a El Salvador sin decir 'aguavá' en buen salvadoreño, quiere decir que nunca decía que nos vendría a visitar. Con una llamada telefónica me decía "Cipota, estoy en El Salvador, te caigo a eso de las 4 de la tarde, ahí vas a estar?".

Todas las navidades y para su cumpleaños le recordaba con gran cariño y le hacía una tarjeta con mis propias manos,  se la enviaba por correo postal y nunca recibía respuesta por parte de él. Sin embargo cuando lo veía y le preguntaba "Nelson, ¿te llegaron mis tarjetas?" siempre me abrazaba y estando entre sus brazos me decía "Gracias cipota por acordarte de mi, sí me llegaron".

Mi primo Nelson Rivas, era diabético, vivía en Atlanta Georgia, y algo que le encantaba era venir a El Salvador por tierra, manejar largas horas y tardarse días en la carretera, pasando por México, Guatemala… hasta llegar donde nosotros.

Usando sus shorts de lona, zapatos tenis de color blanco y camisetas de algodón, mostraba que para él habían cosas mucho más importantes que andar con cosas ostentosas. Aunque contaba que en su casa en Atlanta tenía una piscina… sin embargo dijo que no la usaba, pero le gustaba verla.

Nunca me había interesado saber realmente adónde van nuestras almas después de la muerte… Hoy en la mañana me confundí con los versículos de la Biblia sobre el seno de Abraham y cuando Jesús le dijo al ladrón en la cruz antes de morir que en ese día sería salvo y vería a Dios.

Hoy es cuando encuentro la respuesta a mi duda, y con convicción sé que Nelson Rivas, mi primo lejano, amado, recordado y SALVO, está BIEN, descansa su alma hasta que nuestro Señor vuelva.

Lloro por su ausencia, mas no por su paradero…. lloro porque nos ha dejado, pero Dios nos dará la paz hasta que nos reunamos con él nuevamente.